viernes, 8 de mayo de 2009

MASA CRÍTICA. RUPERT SHELDRAKE


El controvertido biólogo británico RUPERT SHELDRAKE  sostiene una revolucionaria hipótesis:
La Resonancia Mórfica según la cual, las mentes de todos los individuos de una especie -incluido el hombre- se encuentran unidas y formando parte de un mismo campo mental planetario. Ese campo mental -al que denominó Campo Morfogenético- afectaría a las mentes de los individuos y las mentes de estos también afectarían al campo. 

"Cada especie animal, vegetal o mineral posee una memoria colectiva a la que contribuyen todos los miembros de la especie y a la cual conforman", afirma Sheldrake. 
De este modo si un individuo de una especie animal aprende una nueva habilidad, les será más fácil aprenderla a todos los individuos de dicha especie, porque la habilidad "resuena" en cada uno, sin importar la distancia a la que se encuentre. Y cuantos más individuos la aprendan, tanto más fácil y rápido les resultará al resto.

Aquí podeis ver un documental en Youtube sobre la Masa Crítica y la teoría de los campos morfogenéticos:

En Japón unos científicos realizaron un curioso experimento con un grupo de monos en cautividad en una pequeña isla. Les arrojaron unas patatas dulces a la arena para estudiar lo que hacían y los monos inmediatamente se las comieron, aunque les desagradaba encontrarse con arena entre los dientes. Uno más listo que los otros cogió una patata y la lavó en un arroyo y luego se la comió libre de arena. El resto de monos se percataron y acabaron imitándole. Al cabo de un tiempo, todos los monos cogían las patatas de la arena y las lavaban antes de comérselas. Noventa y nueve monos lo hicieron, pero llegó el mono número cien y revolucionó el sistema.

El mono número cien, no lavó la patata en el arroyuelo sino que se acercó a la costa con ella y se atrevió a meterla en el agua marina pues había probado la sal y sabía que las patatas estaban mucho más sabrosas saladas. Lo extraordinario del experimento es que no sólo le imitaron los demás monos sino que a partir de entonces empezaron a hacerlo también los de una isla vecina ubicada a 90 kilómetros de distancia. Y el fenómeno se repitió, se fue expandiendo por arte de magia entre los monos de la misma especie.

Esto demuestra un par de cosas.

Primero: las casualidades que a veces encontramos en descubrimientos científicos, teorías políticas, obras literarias..., que son desarrolladas por personas distintas en distintos lugares del mundo sin contacto físico entre ellas, no son tales.

Segundo: porque cuando alguien descubre algo y lo convierte en un hábito, de alguna forma está abriendo algún tipo de puerta mental o en otros planos o no sé exactamente dónde que hace que otras personas en otros lugares del mundo lo descubran igualmente.

En consecuencia: ¿Qué puedo hacer yo solo...? no es la pregunta correcta. Usted solo probablemente no puede hacer nada. Ni yo solo. Ni mil millones de personas solas, cada una en su soledad. Pero, ¿y todos juntos? Si se suman mil millones de pequeños solos se consigue un enorme todos juntos, (la suficiente Masa Crítica para dar un paso en la evolución) ¿no te parece una manera estupenda de cambiar el mundo? 

Una gota no llena un vaso de agua pero es precisamente una gota exactamente igual a todas las demás, ni más ni menos importante, la que desborda un vaso lleno. Parece obvio que el mono número cien nunca pensó cuando se le ocurrió lavar la patata en agua de mar que él iba a desencadenar esa auténtica corriente de nuevo pensamiento y actuación.

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